El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), es una entidad autónoma que forma parte del sistema de seguridad social del Ecuador y es responsable de aplicar el seguro universal obligatorio, según la Constitución de la República, vigente desde el año 2008.
Su historia se remonta al 8 de marzo de 1928, en que por Decreto Ejecutivo No. 18, dictado por el gobierno del Dr. Isidro Ayora y publicado en el Registro Oficial No. 590 del 13 de marzo de ese mismo año, nació la “Caja de Pensiones”.
Durante la dictadura del Ing. Federico Páez, el 31 de marzo de 1937 se reformó la Leydel Seguro Social Obligatorio, que incorporó, en beneficio de los afiliados, el Seguro de Enfermedad.
Finalmente, por decreto del 2 de julio de 1970 dictado durante el régimen dictatorial del Dr. José María Velasco Ibarra, se transformó la Caja Nacional del Seguro Social en lo que hoy es el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, cuya misión y obligación es dar protección y asistencia social al trabajador ecuatoriano.
Aunque pueda parecer paradójico, esta institución tan importante y necesaria para los ecuatorianos, fue creada, reformada y establecida definitivamente por tres gobiernos dictatoriales. Desgraciadamente, en más de una ocasión, sus fondos, que son de los trabajadores ecuatorianos, lejos de servir para beneficiarlos se han destinado a cubrir las necesidades de más de un gobierno corrupto y abusivo; por esta razón, constantemente ha estado a punto de quebrar. Pero lo que más ha afectado su imagen es el pésimo servicio que presta a sus afiliados, especialmente en lo que respecta a la atención médica, por lo que son muchos los que desde hace algún tiempo vienen pidiendo su privatización.
A mediados del año 2005, la opinión general de todos los ecuatorianos era la de que el IESS estaba total y definitivamente quebrado, pero dos años más tarde se había recuperado y reestableció importantes servicios como los préstamos quirografarios e hipotecarios.
Ante la crisis económica y falta de circulante que se produjo en 2008, en 2009 el Presidente de la República Ec. Rafael Correa Delgado dispuso de manera mañosa que no se retengan los fondos de reserva y que estos se paguen mensualmente a los trabajadores; su intención era -lógicamente- aumentar el circulante y hacer creer a los trabajadores que ahora ganaban más.
Los trabajadores se opusieron a esa medida señalando que los fondos de reserva tenían un objetivo social de prevención bien definido, que les permitiría acudir a ellos en casos de verdadera necesidad, pero el presidente no entendió y a base de un enmarañado sistema de internet manipuló a los trabajadores para que estos se vean en la obligación de informar al IESS que no querían cobrar mensualmente y que preferían ahorrar dichos fondos; es decir, le puso trabas a los trabajadores, pues lo inteligente hubiera sido que los trabajadores que no quisieran ahorrar, cobraran mensualmente.